sábado, 15 de octubre de 2016

... Solo tienes que alargar la mano...

Cada noche te dormías enredado entre mi pelo. Ahora entre tus dedos y mi mechón, hay nueve kilos de magia que baila buscando nuestros cuerpos para aferrarse a ellos y sudar mientras sueña bonito. 

Siempre que me intuyas pensativa, recuerda que te echo de menos. 

Solo tienes que alargar la mano.